miércoles, noviembre 09, 2011

Nuestro pequeño rincón!

Hola!
Empecé a primeros de año muchos proyectos, me imagino que como hace todo el mundo, el caso es que quizás me puse demasiadas metas a corto plazo en vez de ir de una en una, he descubierto que es muchísimo más fácil hacer cada una de ellas y una vez cumplida la 1ª, tienes más fuerzas para la segunda y así sucesivamente, os lo recomiendo, es genial!
Con esto no quiero decir que todo salga perfecto, pero te sientes bien a medida que las cosas se van consiguiendo, y eso que este año no estamos para tirar cohetes nadie, creo yo, aún así no nos queda otra que seguir adelante con todo; después de haber empezado este blog me vi un poco obligada a dejarlo de lado, pues me embarqué en una liada más grande aún, poner mi estudio y una pequeñita tienda a pie de calle, según estaba evolucionando la fobia más que la crisis, consideré necesario que toda aquella gente que no sabía de mi existencia acabase sabiéndolo, (no de mi como persona, sino de mi trabajo), y que mejor que dejar mi pequeño despacho de casa, y ponerme a buscar un local.
El local tenía muchos requisitos que cumplir, pero los más importantes eran que fuera lo más económico posible, y que a poder ser estuviese en una calle céntrica, como dice Jaime, en "primera línea de playa", y claro no me conformaba con cualquier local, quería uno que fuese acogedor y coqueto y lo encontré justo el la calle donde paseaba a mis perritos cuando vivía con mis padres, siempre hubo una tienda que me hacía gracia,  chiquitita y muy antigua como me gusta a mi, y un día paso y veo el cartel de que se cierra, "SE TRASPASA" ponía, uff... pensé, imposible, pero me fui a casa con estas fotos en el móvil.








Empecé a darle la lata a Jaime, mis padres, mi hermana.... (al final conseguí ese local), todo el mundo al principio era reacio con lo de poner un negocio en esta época, menos mi madre que le encanta el tema de liarse la manta a la cabeza, así que fui convenciéndoles a todos y la verdad al final no sólo me apoyaron sino que cada uno de ellos fue una gran ayuda para mi, MIL GRACIAS!, no se como podría haber seguido adelante sin ellos, pues cuando estaba a punto de inaugurarse tuve un accidente (no muy grave, pero si estuve un mes de baja) y eso retrasó todo, absolutamente todo, y cuesta eh? cuesta ver todo el esfuerzo ahí parado y la gente diciéndote, no te preocupes....pero aquello había supuesto mucho esfuerzo además de económico y parecia estar ahí estancado.



















       


























 Al final abrimos a finales de Abril, con muchas ganas de trabajar y de agradecer también a cada una de aquellas personas que pasaron por aquí, y que sin conocerme de nada, me desearon suerte, hubo cantidad de gente, no saben lo que eso me ayudó, fue algo increíble, todos los días alguien me decía cosas así:  "es nuevo? pues que haya suerte", ....."ojalá te vaya muy bien, que es preciosa tu tienda"...." que bonito, que bien que hayas puesto esto en León"....todo eso hace que uno levante la trapa de su negocio con todas las ganas del mundo (y eso que pesa muchísimo, el presupuesto no dio para trapa eléctrica...jjj), en fin, que gracias a esa gente estamos aquí después de más de 6 meses, y que pensamos seguir aquí durante muchísimo tiempo más, y esperamos que os siga gustando todo lo que hacemos, porque lo hacemos con muchas ganas y mucho cariño..
Gracias!.





























lunes, enero 31, 2011

un buen sitio para deleitar nuestro paladar

Hace poco más de un año, me contrataron para hacer la reforma de un mesón muy antiguo, más de 45 años abierto, que posee el Hotel Conde Luna, lo cierto es que cuando entre en aquel sitio, me llamó muchísimo la atención la cantidad de posibilidades que tenía, sus muros gruesos, la piedra vista, el ladrillo, unos ventanales enormes con cristales emplomados de colores , en un principio quise deshacerme de ellos porque no iban nada con lo que yo tenía diseñado, finalmente se dejaron, no sólo por su valor, sino también por el contraste que hacían con el resto de los elementos decorativos.


Los dueños querían que el proyecto estuviera relacionado con el vino, y ahí es donde enfocamos toda la decoración.  La estructura planteaba varias opciones, el local era grande,y no soy partidaria de eliminar lo ya existente, así que opté por añadir elementos en vez de quitarlos. Se mantuvo un comedor central, tal y como estaba al acceder al restaurante, y se dividió en tres comedores independientes la parte trasera del local, dos cerrados y una abierto, para comidas más íntimas, reuniones de trabajo, etc.. para realizar las divisiones en esta zona, ya contábamos  con unos muretes a media altura de piedra, así que sólo se le añadió una estructura de acero corten con cristal opaco, para crear intimidad y a su vez no eliminar del todo la luz natural de la estancia.



  La edificación era una estructura de techos altos con vigas de madera, poseía un suelo original de barro cocido y paredes de ladrillo visto, todos estos elementos favorecieron  la creación de un lugar acogedor.

 El conjunto de muebles que se escogieron de madera decapados en gris, junto con la pintura de las paredes dentro de esa gama de color, y las sillas de forja con piel envejecida, en los mismos tonos, hizo que la decoración mantuviera ese aire rústico pero con un toque muy actual, se contrastó poniendo una iluminación de aire industrial con materiales modernos, y dando alguna nota de color morado en zonas más pequeñas o de paso, haciendo así referencia al vino.


Las paredes se vistieron con detallles relacionados con la gastronomía leonesa y el vino, a través de unas fotos en blanco y negro, y color, enmarcadas con sencillez, por último se colocó un cuadro con una versión del escudo de León, haciendo referencia a su gastronomía, de un joven pintor por supuesto leonés, Carlos Álvarez Las Heras, éste preside la estancia junto con la imponente chimenea en la zona del comedor principal, otro de los motivos que hacen que este lugar sea terriblemente acogedor, sobre todo ahora en invierno, porque la encienden, y se está como en casa.





Pero no sólo por el calor del hogar, lo acogedora que pueda ser la estancia hay que visitar este sitio, ni siquiera porque os lo diga yo, sino porque aquí se come realmente bien, productos de la tierra preparados de otra manera, con un toque muy especial, y sobre todo, lo mejor, es que la gente que te atiende es encantadora, son ellos los que consiguen el efecto que hace que todo el mundo vuelva allí, una y otra vez, y que a día de hoy este restaurante este siempre lleno; creo que todo el mundo estará de acuerdo conmigo que ir a un restaurante y volver es por tres motivos, sitio acogedor, buena comida y lo más importante un trato agradable, porque si no encuentras esto último, no sirve de nada todo lo demás.


Así que desde aquí, aunque ya se lo he dicho muchas veces en persona,  quiero agradecerles a todos ellos el poner el toque perfecto a este mesón con tanta historia, y que para mi es un lugar tan especial, gracias.

Clara.


































martes, enero 11, 2011

AÑO NUEVO, PISO VIEJO

Mi mayor pasión es la decoración, y tengo la suerte
de hacer de ella mi profesión; sin duda alguna el gusto por la misma me
viene de familia: a mi madre siempre le ha entusiasmado (y ha dedicado
cualquier momento y ocasión para poner en práctica el buen gusto
adquirido y desarrollado en sus años vividos en Suiza).
Muy relacionada está la arquitectura, algo que me hubiera gustado estudiar al igual que a mi padre (aún él comenta que si pudiera, al jubilarse, 
lo haría).


El hecho es que la arquitectura que más me ha llamado la atención es la de épocas pasadas, sobre todo cualquier edificación de finales del S.XIX, o principios del S.XX.








Todos los materiales nobles con los que se construía entonces, como el ladrillo visto en sus fachadas (muy industrial), entradas imponentes con portales de amplias escaleras, patios centrales llenos de galerías, sus techos altos bordeados por deliciosas molduras, balcones de hierro y cristaleras en su exterior, muros tan gruesos que apenas se oye al pisar, el crujido de una madera que habita en sus suelos... vieja pero con vida, a la cual acompañan unas baldosas hidráulicas ajadas por el tiempo, con unos colores y texturas irrepetibles, esas casas, enamoran, cuando uno entra, siente como todavía respiran, tienen vida propia y en mi opinión se deberían rehabilitar todas ellas, no se puede acceder a una de ellas, barrer toda su historia y tirarla al contenedor, las casas antiguas son para cuidarlas, mimarlas y mantenerlas con todo su esplendor, para no perder esa magia.

Espero que si alguien es un afortunado y vive en un sitio así, lo disfrute y se contagie con él.

 Clara.








sábado, enero 08, 2011

bienvenidos

   Hola!
Os doy la bienvenida a mi blog, llevo mucho tiempo pensando en ello y nunca encontraba tiempo para ponerme y por fin he hecho un hueco en mi apretadísima agenda...¡ no hay nada como los propósitos de año nuevo! éste era uno de los que pendían ya de la lista del pasado año, pero lo cierto es que más vale tarde que nunca, aunque no se muy bien por donde empezar.
Soy decoradora de profesión y por devoción, me apasiona todo lo que tiene que ver con este mundo, los muebles, los tejidos, las flores y los detalles... todos ellos son parte de mi vida y también todo aquello que pertenece a una época pasada,  por eso, ya que en mi profesión no me puedo limitar, este blog pretendo que sea un rincón dentro de ese mundillo, pero más íntimo, donde pueda depositar mis nociones y opiniones, desde un punto de vista que os pueda ayudar, y así también contagiar mi pasión por ello a todo aquel que guste.
Gracias y bienvenidos.